Una gran tumba para un peluquero



¿Es posible que una tumba en la antigüedad se asemejara a la de un rey? Así queda demostrado en la tumba de nuestro personaje, alguien de la más absoluta confianza en el entorno de la corte y una de las pocas personas que incluso tenía derecho a tocar con sus propias manos el cuerpo del faraón

Una tumba en Saqqara


Parece que hoy en día la profesión de peluquero no es algo que nos haga pensar en el entorno del rey, pero en el Antiguo Egipto, una persona que tenía derecho a acercarse tanto a él e incluso de tocarle con sus manos y usar sobre su cuerpo objetos cortantes, era algo sólo exclusivo para alguien de la más absoluta confianza, ya que tocaba y trabajaba sobre el cuerpo de un ser divino. Así que, ser peluquero era una profesión de la que sentirse tremendamente orgulloso y que podía colocar a la persona en cuestión y a su familia en un lugar bastante privilegiado dentro de la sociedad egipcia, en la que había tanto contraste entre la realeza y la nobleza, y el pueblo llano.
Imagen 1. Plano de la tumba

La necrópolis de Saqqara es uno de los yacimientos egipcios que más merece la pena visitar. Fue muy importante en el Reino Antiguo y es sobre todo conocida porque allí se encuentra el complejo del rey Djeser de la dinastía III, pero algunas de las tumbas de nobles, como la que nos ocupa en esta ocasión, no tienen nada que envidiar a la de un faraón. 
En 1860, el egiptólogo francés Françoise Auguste Ferdinand Mariette, descubrió una tumba noble en forma de mastaba, la forma característica de tumba para un noble de esta época, que resultó ser la de un alto funcionario que trabajó para nada menos que tres faraones de la dinastía V llamado Ty y que, gracias a la riqueza que acumuló a lo largo de su carrera, pudo construírsela.
La tumba se sitúa al norte de Saqqara y a unos quinientos metros al noreste de la pirámide de Djeser. Consta de patio, capilla de enterramiento y salas, estando la tumba en el patio. Sus paredes están decoradas con bajorrelieves en caliza pintada que muestran las necesidades que podría tener Ty en la otra vida.
Imagen 2. Bajorrelieve donde aparece Ty. 

Ty ostentó un título muy importante, “jefe de los peluqueros de la casa real”, y tenía la plena confianza del faraón para acercarse a su cara y cuello con objetos punzantes y cortantes. Además, el soberano le otorgó también el título de “único amigo del rey”, lo que demostraba en cuánta estima le tenía el faraón, incluso nos podemos imaginar cómo le confiaba sus secretos o temores mientras se dejaba hacer por sus manos. Dentro de la corte, Ty tenía otras funciones, como “administrador de las posesiones funerarias de los soberanos” y “superintendente de las obras de construcción de los templos funerarios y solares”, entre otras.

Como en todas las mastabas y templos funerarios del Reino Antiguo albergaba en el serdab, un pequeño habitáculo llamado también cámara del Ka, que no tenía acceso y guardaba la estatua del difunto. A veces se comunicaba con la capilla funeraria a través de algún hueco para que sus familiares pudieran depositar sus ofrendas. Normalmente, el serdab se disimulaba detrás de la falsa puerta (el paso entre el mundo de los vivos y de los muertos) y que a través de ella el espíritu del fallecido podía entrar y salir. En las paredes de la tumba, hay menciones especiales para su esposa Nefer-hetepes y su hijo, para los que se dedicó también una estela de falsa puerta.
Imagen 3. Falsa puerta

La estatua de este serdab es una copia, la original se encuentra en el Museo del Cairo.
Imagen 4. Ty en el serdab
Precursor de técnicas artísticas
Es increíble cómo, en una época tan temprana para la historia del arte, esta tumba contenga una serie de recursos pictóricos propios del Renacimiento o el Barroco, salvando las distancias. El artista que llevó a cabo el programa iconográfico de esta mastaba podía estar bastante orgulloso del trabajo realizado. El único tipo de colorido ilusionista que se permitía el pintor egipcio era la representación de la piel de los animales, el plumaje de los pájaros y las escamas de los peces. En ocasiones, también imitaba las vetas de la madera o las motas del granito rojo.


Esta tumba representa el punto más alto del estilo de la V dinastía. En una de las escenas de ganado, el recurso pictórico que se usó nos recuerda a una veladura o transparencia característica en los pintores renacentistas. Los personajes y animales que se ven en ella van cruzando una especie de canal de agua y apreciamos cómo sus extremidades inferiores se transparentan a través del agua.
Imagen 5. Escena de ganado que recuerda a una veladura

En otra escena donde se muestra a unos obreros trabajando con la azada y por la forma que muestran los miembros superiores del cuerpo recordamos un recurso propio de los pintores barrocos, el escorzo o el movimiento congelado, aunque su ángulo de enfoque no sea oblicuo y aún no se dominaran las leyes de la perspectiva. Pero hay muchas escenas en esta tumba que, en general, le da al programa iconográfico representado bastante dinamismo.


Imagen 6. Posturas que recuerdan escorzos

La dinastía V
El cambio más notable de la administración de este momento es que desaparecieron de ella los miembros de la familia real de los cargos más importantes. Los templos solares se incorporaron de una forma habilidosa al sistema económico del país. Influyó poco la elevación de Ra a dios principal del Estado y los anales muestran que en este momento los reyes comenzaron a prestar más atención a los dioses locales. También continuaron haciéndose expediciones fuera de Egipto para traer turquesa o cobre y los contactos con Biblos. Así como un mayor número de sacerdotes y funcionarios que pudieron permitirse una tumba gracias a las ganancias acumuladas en vida.



Imagen 7. Bajada a la cámara sepulcral
Faraones para los que trabajó
Ty fue uno de esos funcionarios y no nos cabe ninguna duda de que trabajó duro para poder construirse su morada para la eternidad. Durante más de treinta años, trabajó al servicio de Shepseskara, Raneferef y Nyuserra (2455-2421 a.C.). El reinado de Shepseskara fue breve, de unos siete años, y no se ha hallado ninguna evidencia de su templo solar. Aún menos duradero fue el de Raneferef y la construcción de su pirámide no pasó de las primeras hiladas, aunque en el templo alto se hallaron importantes papiros. El templo solar de Nyuserra, cuyo reinado sí duró más de veinte años, se localiza en Abu Ghurab, al norte de Abusir.
Cada complejo piramidal fue el centro del culto de un rey y la intención era satisfacer sus necesidades y, en cierta medida, la de sus dependientes. En vida, el rey dotaba a su pirámide con tierras y hacía las gestiones necesarias para que recibiera contribuciones del Tesoro. La mayor parte de esta producción servía para mantener a los sacerdotes y funcionarios encargados del culto funerario y los artesanos que vivían en la ciudad de la pirámide. Como las donaciones de tierra a las fundaciones de las pirámides estaban protegidas por decretos reales que las hacían permanentes, se redujo el poder económico del rey.
En el plano religioso, el cambio vino por la solarización del culto siendo ahora Ra el dios principal, lo más cercano a un dios estatal, a quien se le dedicó un templo, siendo el logro arquitectónico del momento. Conocemos los nombres de los templos gracias a los títulos de los sacerdotes que sirvieron en ellos, aunque hasta hoy sólo se han excavado los de Userkaf y Nyuserra. El principal rasgo era un gran pedestal con un obelisco como símbolo de Ra, símbolo que recuerda el benben en la cosmogonía heliopolitana como la montaña primordial que surgió del Nun y en la que Atum se generó a sí mismo y a su pareja.


Imagen 8. Cámara sepulcral
Para terminar, en este enlace podemos ver un paseo virtual por la mastaba de nuestro personaje:


ENCARNI TOLEDANO PIQUERAS

Bibliografía:

-ALDRED, Cyril; Arte egipcio, Barcelona, Ediciones Destino, 1996.
-LAJO, Rosalina y SURROCA, José; Léxico de arte, Madrid, Akal, 2011.
-SHAW, Ian; Historia del Antiguo Egipto, Madrid, Oxford, 2007.
-http://www.egipto.com

Imágenes:
Todas las imágenes extraídas de wikimedia.org.

Esperamos que os haya gustado esta entrada y nos ayudéis a compartir nuestro trabajo. Si usáis información de aquí, no olvidéis citarnos de la siguiente forma: (Nombre del autor), (Título del artículo), Explorando Egipto: [Consultada: (Fecha del día de consulta)]

1 comentario:

  1. Que interesante! Tiene todo el sentido, pero no me imaginaba que el peluquero real era alguien tan importante

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