¿Sabes quién fue Akhenatón?

Akhenatón (1352-1336 a.C.) fue un faraón de la Dinastía XVIII que ha protagonizado numerosos debates entre los investigadores y que ha suscitado multitud de teorías alrededor de su persona. Sin embargo, nadie puede negar que fuera todo un revolucionario. Trasladó la capital del país a una zona aislada, la actual Amarna, para crear allí desde cero una ciudad completamente nueva. Creó un nuevo estilo artístico, con escenas de la familia real nunca vistas antes. Pero sin duda alguna, el hito por el que verdaderamente se le conoce fue por dar un giro a la religión egipcia, teniendo con ello, que enfrentarse con el poderoso clero de Amón y los propios dioses de la teología egipcia. 

Akhenatón llegaría al trono por accidente ya que era el segundo hijo de Amenhotep III, sin embargo, su primogénito morirá prematuramente, teniendo que subir al trono Akhenatón, quien tendría un gran reto si quería superar el esplendor de su padre.  

Durante los primeros cinco años de su reinado, Amenhotep IV siguió fielmente las políticas comenzadas por su progenitor, que incluyeron nuevos edificios en el templo de Karnak y la conversión de su esposa, la famosa Nefertiti, en elemento clave de su gobierno. El quinto año de gobierno fue uno de los puntos de inflexión de todo el reinado, ya que en ese momento el rey decidió modificar su nombre, con todo lo que ello implicaba. Amenhotep IV decidió prescindir de su nombre, que significaba “Amón está satisfecho”, y cambiarlo por Akhenatón “Espíritu de Atón”.

Este cambio de nombre se debió a su radical giro religioso. El clero de Amón había logrado demasiado poder a lo largo de los años, compitiendo incluso con el propio faraón. Esta situación debía ser frenada por todos los medios más tarde o más temprano. Los primeros intentos de tomar distancia con el clero se dio con los antepasados de Akhenatón, pero sin duda, fue él quien finalmente puso todas las cartas sobre la mesa sin tapujos, ordenando cerrar todos los templos dedicados a Amón. La única finalidad de todo ello era disminuir el poder del clero.

A pesar, de que siempre se ha oído el nombre de Akhenatón seguido de la palabra monoteismo, de ninguna manera corresponde ello a la realidad. Puesto que se han encontrado en la misma ciudad de Amarna figurillas de otros dioses, y se sabe que Akhenatón mandó cerrar los templos dedicados a Amón, pero no mandó cerrar ninguno dedicados a los demás dioses.
Como herramienta del simbolismo de la nueva religión, se sirvió del arte. Así pues, creó un nuevo estilo interrumpiendo todos los miles de años de tradición artística y de cánones. Se llevo a cabo un alargamiento de las formas de toda la sociedad egipcia, no solo de la familia de Akhenatón, con nuevas temáticas representativas y mayor calidad de detalles. Nació el arte armaniense.

El fin de su gobierno:

Akhenatón heredó un Imperio del que descuidó sus fronteras. Para Akhenatón cada día era una celebración y esto suponía grandes costes a las arcas reales. Para empeorar la situación, casi todo el Cercano Oriente fue atacado por una serie de plagas que costaron miles de vidas. Además de esto, es posible que la decadencia de su gobierno coincidiera con un periodo prolongado de sequías que impidieron que el Nilo produjera su inundación anual. Las aguas se volvieron pestilentes, traían animales muertos y los insectos infectaban la atmosfera. El pueblo hambriento interpretó la sequia como una señal que enviaba Atón para hacer conocer a los egipcios que Akhenatón no recibía más sus favores. Esto sirvió a los sacerdotes de Amón  que aprovecharon la oportunidad para recuperar su poder. 

Una vez Akhenatón hubo fallecido y con Tutankhamón en el poder, se pactó una tregua con el clero tebano. Su primera medida fue prohibir el culto de Atón y el nombre de Akhenatón.

Así pues los templos fueron restaurados y reabiertos, el culto de Amón restablecido, y Akhenatón y su cambio político, artístico y religioso borrado de la memoria histórica elaborándose un damnatio memoriae durante todos sus sucesores. O al menos, eso se intentó.

Autor: DIANA NAVARRO LÓPEZ
Imágenes: www.egiptoforo.com

Recursos:
Amarna Project: http://www.amarnaproject.com/

Amarna virtual Museum: http://amarna.cast.uark.edu/

Dulitzky Jorge.  Akhenatón el faraón olvidado, Buenos aires, biblos 2004
Jacq, Christian. Akhenatón y Nefertiti. Martínez Roca. 1990.

Redford, Donald. B The Sun-disc in Akhenaten's Program: Its Worship and Antecedents, I. Journal of the American Research Center in Egypt, Vol. 13 1976.

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