La paleta de Narmer (Museo de El Cairo) es uno de los principales documentos que atestiguan la unificación del Alto y el Bajo Egipto en un solo Estado. Fue descubierta en 1894 en Hieracómpolis. Se trata de una placa de esquito de 64 cm de alto esculpida por ambas caras. En ella se representa al faraón Narmer, iniciador de la I Dinastía y de la monarquía dual sobre las Dos Tierras, aunque la unificación pasará por diversos procesos hasta su consolidación definitiva.
Al detalle:
Representación número 1:
En la parte superior vemos en los extremos unas cabezas de vacas celestes relacionadas con la diosa Bat, asociada con la fecundidad y el orden cósmico, y en el medio un serej. El serej es esa especie de cuadrado que representa la fachada de un palacio y donde se sitúa el nombre del faraón en este caso, Narmer (El magnífico siluro):
Si nos fijamos ahora en la parte central de la primera representación vemos tres figuras. Por un lado, vemos al faraón sujetando una maza y con la otra mano a uno de los vencidos en posición de sometimiento. Está representación formará parte de la tradición iconográfica de los faraones a lo largo de la historia del Antiguo Egipto donde solo se puede mostrar al faraón de forma victoriosa. Esto debemos relacionarlo con la ideología y simbología egipcia donde el faraón, en realidad, era el garante del orden, aquel que ponía freno y controlaba el caos para que no llegara a las tierras del valle del Nilo. Este caos estaba relacionado entre otras cosas con los extranjeros, aquellos que suponían una amenaza para Egipto.
Entre los atributos del faraón podemos identificar rápidamente la corona del Alto Egipto la cual le relaciona directamente con esa parte geográfica. Además, vemos como viste con un faldellín decorado y, si nos fijamos, vemos también que le cuelga una cola de toro. Esto último se debe a la simbología egipcia y su forma de destacar las fuerzas naturales que poseen los animales. ¿Qué os viene a la mente cuando pensamos en un toro? Fuerza, vigor, poder... incluso nos impone cierto temor. Pues bien, esto mismo es lo que pensaban los egipcios cuando relacionaban al faraón con un toro, y con esa relación, además, mágicamente le otorgaban dichos atributos al faraón. Por último, no debemos olvidarnos de la barba postiza, símbolo de los faraones que les asocia con el dios Osiris y les legitima de esa forma en el poder.
A la izquierda del faraón vemos al portador de las sandalias y de aguamanil, un funcionario de alto rango pero representado a menor escala ya que los egipcios usaban los tamaños para marcar las jerarquías en sus representaciones artísticas.
Por otro lado, el cautivo está representado con barba y y el pelo rizado, atributos de los libios o de gentes del Bajo Egipto. Lo que nos ayuda a decidirnos por la segunda opción, es la representación de la derecha del faraón donde vemos un halcón, el dios Horus, identificado con el rey legitimado mediante el mito de Horus y Seth, sobre flores de papiro y sometiendo de nuevo al enemigo. Las flores de papiro eran un símbolo del Bajo Egipto, por lo que todos estos signos nos hablan de una conquista del Delta por parte del faraón. Por último en la parte baja de la representación 1, vemos a dos enemigos junto al signo de las ciudades sometidas.
Representación 2:
Debajo de las vacas celestes vemos una representación del faraón esta vez portando la corona del Bajo Egipto y seguido de nuevo por el portador de sandalias. El faraón es precedido por una serie de portaestandartes. Todas las figuras miran en dirección a los enemigos mutilados. Aquí vemos de forma más marcada las diferencias de los tamaños de las figuras ya comentadas, viéndose así las jerarquías sociales.
En cuanto a la figura central de la figura 2, vemos a dos animales de estilo mesopotámico con las cabezas entrelazadas. El hueco que dejan en medio servía para moler el khol, un polvo cosmético para los ojos. Estos animales simbolizan la contención del desorden propiciada por la unificación.
Por último, en la parte baja de la representación 2, vemos un toro arremetiendo contra una ciudad. El toro representa el poder del faraón, de ahí a que los faraones siempre lleven colgando una cola de toro en las representaciones egipcias, como hemos visto en la figura 1.
Por lo tanto, en esta paleta podemos ver el grado de abstracción de las representaciones egipcias y su gran iconografía. Así pues, el faraón puede ser representado tanto en su forma humana, como en la forma de Horus resaltando su condición de realeza o en forma de toro resaltando su fuerza. Este nivel simbólico y abstracto se extrapola a todas las representaciones del Antiguo Egipto por lo que es muy importante ver más allá de lo que se nos muestra y atender al significado completo de la representación.
La paleta de Narmer además de suponer un testimonio único de la primera unificación del Alto y el Bajo Egipto, nos habla también de la temprana formación de la simbología y la construcción del ideario egipcio, donde ya en 3.100 a.C vemos como todo esto ya estaba totalmente asimilado.
Autor: DIANA NAVARRO LÓPEZ
Imágenes: Wikipedia.org, arteiconografía.com, socialesylengua.blogspot.com, mas-historia.blogspot.com
Recursos:
Richard H. Wilkinson. Magia y símbolo en el arte egipcio. Alianza forma. Madrid. 2003.
Parra. J.Miguel. El Antiguo Egipto. Marcial Pons. Madrid. 2011.
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La paleta de Narmer es uno de los objetos más conocidos por todos los que nos gusta el Antiguo Egipto :) muy buen artículo.
ResponderEliminarmuchas gracias ,excelente articulo
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